quinta-feira, 23 de fevereiro de 2012
El Principito
—Mi
vida es muy monótona. Cazo gallinas y los hombres me cazan a mí. Todas
las gallinas se parecen y todos los hombres son iguales; por
consiguiente me aburro un poco. Si tú me domesticas, mi vida estará
llena de sol. Conoceré el rumor de unos pasos diferentes a todos los
demás. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra; los tuyos me
llamarán fuera de la madriguera como una música. Y además,
¡mira! ¿Ves allá abajo los campos de trigo? Yo no como pan y por lo
tanto el trigo es para mí algo inútil. Los campos de trigo no me
recuerdan nada y eso me pone triste. ¡Pero tú tienes los cabellos
dorados y será algo maravilloso cuando me domestiques! El trigo, que es
dorado también, será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en
el trigo.
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